La meditación: el poderoso antiaging de Julia Roberts, Gwyneth Paltrow, Jennifer Aniston o Jane Fonda

La ciencia ya ha demostrado lo que sólo era visible a todas luces: la relación que existe entre la meditación y el rejuvenecimiento
WhatsApp
Facebook
Twitter
LinkedIn
Email

Aunque solamente hay que fijarse en el aspecto de celebrities que siguen una rutina de meditación, como Julia Roberts , Gwyneth Paltrow, Jennifer Aniston o Jane Fonda, entre muchas, la ciencia ya ha demostrado lo que sólo era visible a todas luces: la relación que existe entre la meditación y el rejuvenecimiento.

A los ya miles de estudios científicos llevados a cabo por las más prestigiosas universidades y hospitales del mundo, y que demuestran la multitud de efectos beneficiosos de la meditación, se añaden unos descubrimientos que han revolucionado el concepto de la juventud, de sus causas y de la forma de conservarla.

El secreto está en el efecto de la meditación sobre el ADN, concretamente sobre los telómeros (a través de la telomerasa), cuya longitud determina la juventud de las células
En palabras sencillas, ambos extremos del ADN están protegidos por unas tapas protectoras, los telómeros, que se van acortando a medida que pasa el tiempo, lo que da lugar al envejecimiento celular. Cuando el telómero desaparece, la célula muere. Es decir, la longitud de los telómeros es un indicador de la juventud de la célula. Además, los telómeros más cortos están directamente relacionados con la tendencia a padecer obesidad, enfermedades cardiovasculares, infecciones, cáncer, depresión, artrosis, diabetes…

En la eterna búsqueda de la fuente de la juventud, este descubrimiento científico ha sido una auténtica revolución.

En 2.010 se publicó el primer estudio que relacionó la meditación con el rejuvenecimiento celular, cuya coautora, Elisabeth Balckburn, recibió el Premio Nobel de Medicina en 2009 por sus trabajos sobre la fisiología de los telómeros y la telomerasa, junto a otros dos grandes científicos americanos. Fue un trabajo de colaboración entre científicos y meditadores, dirigido por B. Alan Wallace. En este estudio se pudo comprobar como 30 participante sometidos a un retiro de meditación durante sólo 3 meses, aumentaron significativamente la actividad de la telomerasa.

Cabe destacar una segunda conclusión interesante de este estudio: aquellos que desarrollaron un propósito para su vida, con objetivos claros, tuvieron un incremento aún mayor en la longitud de los telómeros.

Y es que uno de los grandes beneficios de la meditación es que aporta más sentido a la vida y hace que aumente la capacidad de atención y focalización, por lo que descubres lo que realmente quieres y te focalizas de una forma efectiva en su consecución.

En 2013, el equipo de Elisabeth Hoge de la Universidad de Hardvard comprobó en su estudio que la longitud de los telómeros de un grupo de 15 meditadores era superior a la del grupo de 22 no meditadores con los que compararon después de la práctica

Una aún más reveladora evidencia ha sido desvelada por un grupo de investigadores del Massachusetts General Hospital y del Harvard Medical Center, que estudió también la longitud de los telómeros en personas que practicaron la meditación diaria con mantras durante 12 minutos al día, comparadas con un grupo que se limitó a escuchar música relajante durante también 12 minutos. Sólo el grupo de meditación desmostró mejoras significativas en la actividad de la telomerasa, despúes de sólo 8 semanas.

El último resultado a favor de la meditación lo ha aportado la psicóloga Elissa Epel, de la Universidad de California, dentro del proyecto Shamatha: la actividad de la telomerasa es mayor en las personas que meditan de forma regular. Esta práctica contribuye a estabilizar los telómeros y por tanto a padecer menos enfermedades y una mayor longevidad celular.

Las más recientes investigaciones científicas de universidades americanas han demostrado que la meditación aumenta un 40% la enzima telomerasa.

Ahora ya sabemos científicamente que la meditación no sólo te permite vivir mejor, sino más.

Todos estos estudios demuestran que el bienestar producido por una rutina de meditación rejuvenece las células. Esto sólo viene a confirmar lo que siempre hemos podido apreciar: una persona feliz y equilibrada, luce más joven. Parece que la naturaleza quisiera premiar la atención que dedicamos a mantener nuestro estado natural de dicha y armonía.

Compartir
WhatsApp
Facebook
Twitter
LinkedIn
Email
Descubre más

Artículos de interés