
¿Cómo podemos ser verdaderamente felices?
En estos tiempos revueltos en los que las exigencias impuestas (y, sobre todo, autoimpuestas) de una sociedad altamente competitiva, materialista y disconforme, la Felicidad parece mostrarse esquiva, compleja e idílica.
Y no nos hemos parado a considerar que lo que es esquivo, complejo y más que idílico yo diría que imposible, no es la Felicidad, sino la idea que tenemos acerca de la Felicidad.