Si llevas algún tiempo meditando, te habrás dado cuenta de que, en cierta medida (y sobre todo al principio), es importante estar en un lugar cómodo y tranquilo.
Quizá se te haya pasado por la cabeza montar un rincón para ti, tu pequeño oasis de desconexión e introspección.
Un lugar dentro de la casa que se emplee únicamente como rincón de meditación.
No es necesario invertir grandes sumas de dinero. De hecho, verás que con una mínima inversión, podrás acomodar un espacio perfecto para ti.
5 artículos accesibles para montar tu rincón de meditación:
1. Lámpara de sal
Dan un ambiente muy cálido y acogedor. La sal, al ser un mineral, también está cargado de energía.
2. Cojín, silla o sillón
Es necesario tener algún sitio donde sentarse a meditar. Si no quieres invertir en un sillón o algo más aparatoso, existen cojines de meditación pequeños pero muy cómodos que te pueden servir. Lo importante es que escojas un objeto que te permita tener la espalda recta y no recostarte (salvo que hagas una meditación específica que lo recomiende).
3. Incienso/velas
Para quien le guste el incienso, es una buena alternativa, pero no es recomendable abusar de él. Durante la meditación, es preferible evitar olores fuertes, pero puedes utilizarlo para antes o después. También unas velitas, aunque no sean aromáticas, pueden dar un toque acogedor y relajante.
4. Minerales
Los minerales (cuarzo, amatista…) tienen mucha carga energética y, además, ¡son preciosos! Puedes colocar los que más te gusten sobre algún pequeño mantel y decorar aún más tu espacio.
5. Manta
Durante la meditación a veces notarás cambios de temperatura. Es normal, estando tanto tiempo estático. Por eso es recomendable tener al alcance una manta que puedas ponerte sobre las rodillas en el momento que la necesites.
¡Esperamos una foto de cómo te ha quedado! 🙂
