Consejos para empezar bien el día

Empezar bien el día te predispone para tener una jornada perfecta y productiva disfrutando de cada momento. Descubre nuestros consejos sobre cómo empezar bien el día :)
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¿Te gustaría saber cómo empezar bien el día? Seguramente habrá días que te levantes “con el pie torcido” y días redondos. ¿Qué diferencia hay? ¿Quieres conocer algunos trucos sobre cómo empezar el día para transformarlo?

Para empezar bien el día, es muy importante dedicarte algo de tiempo al despertarte. Te ayudará a empezar bien el día con vibración positiva, y entrar en la espiral que te llevará a disfrutar de un día perfecto. Lo que vibras, lo que crees, es lo que proyectas y, por tanto, es la realidad que creas.

Consejos para comenzar bien el día

Empezar bien el día, es fácil si te lo propones. Ten presente el viejo dicho: “Vísteme despacio que tengo prisa”. Levantarse agitado, con prisas, no es bueno para la salud y, además, las probabilidades de que algo nos salga torcidos por el camino, son bastante altas.

La actitud con la que despiertes también puede ser determinante en tu estado de ánimo durante toda la jornada. Incorporando pequeños cambios, te darás cuenta de que puedes conseguir grandes logros. A continuación, te proponemos algunos consejos esenciales para empezar bien el día.

1. Tómate el tiempo que necesites

Evita ir con el tiempo justo por la mañana. Si sabes que dispones de más tiempo en tus mañanas, realizarás tus tareas con más tranquilidad.
Aprovecha para dedicar unos minutos a tu práctica de meditación diaria antes de comenzar la actividad de la jornada.

2. Incluye Meditación y Mindfulness en tus mañanas

Al despertar, antes de desayunar, puedes aprovechar para realizar tu rutina de meditación. Si todavía no has aprendido la técnica, puedes comenzar con nuestras Meditaciones guiadas. Notarás grandes cambios a lo largo de todo el día, y los días “redondos” serán cada vez más frecuentes.

3. Elige un desayuno saludable

Para empezar bien el día, el desayuno es de vital importancia, dado que es lo primero que ingerimos. Será determinante para obtener la energía necesaria para disfrutar de un día maravilloso. Te recomendamos comenzar por un zumo de frutas y verduras, o por cualquier otra mezcla depurativa. La ingesta de frutas es ideal y, si las tomas en ayuno, mucho mejor.

También es muy recomendable tomar cada mañana al levantarnos un vaso de agua tibia con el jugo exprimido de un limón. Si tras tomarlo, esperas media hora antes de desayunar, lograrás depurar tu organismo y eliminar toxinas. Además, fortalecerás el hígado y obtendrás una buena dosis de minerales y vitaminas.

Durante el momento del desayuno practica la atención plena. Tómate tu tiempo y disfruta de los alimentos con tranquilidad, gozando de cada instante y de cada bocado. Tu desayuno debe incluir vitaminas, algo de proteína y fibra. También puedes incluir frutos secos para tener un desayuno equilibrado, energético y saludable.

4. Practica la gratitud

Mientras desayunas, mientras te duchas y en cualquier momento, puedes aprovechar para dedicar 2 o 3 minutos a agradecer todo aquello que tienes Ahora. Verás cómo eso te coloca en una frecuencia elevada y cambiará por completo tu día.

Para convertir esta práctica en un hábito, puedes llevar contigo una libreta y usarla como diario de gratitud. Apunta cada día algo por lo que te sientas agradecido. Este diario también te puede servir en momentos que necesites recordar todas las cosas maravillosas que tienes en tu vida. Colecciona momentos y practica la gratitud.

5. Comienza el día con un poco de yoga

Hacer algunos ejercicios de yoga por la mañana es muy beneficioso. Por un lado, estás ejercitando el cuerpo, moviendo tu energía interna y, además, estás practicando la consciencia corporal, la atención plena sobre el momento, sobre tu respiración, por lo que estarás practicando meditación en movimiento. Además, es un potente antídoto contra el estrés.

Te recomendamos hacer el Saludo al Sol por la mañana, ya que te activa física y energéticamente. Aunque lo ideal es practicar entre 30 y 90 minutos al día de ejercicio diario, si no dispones de ese tiempo, siempre será mejor que le dediques al menos 5 o 10 minutos que ninguno.

Si no puedes practicar yoga, también puedes hacer otro tipo de ejercicio físico. Por ejemplo, puedes probar a caminar al menos durante 20 minutos por las mañanas cada día. Tendrás las horas posteriores llenas de energía positiva. Elige un calzado cómodo, respira profundamente y disfruta de un buen paseo. Poner el corazón en funcionamiento a primera hora de la mañana, fortalecerá tu sistema inmunológico. Además, te liberarás de todas las preocupaciones y despejarás tu mente para tener un gran día.

Siente tu respiración y practica atención plena o mindfulness con el entorno. Nota la fuerza de tus piernas al caminar, las sensaciones que sientes en tu cuerpo, los sonidos del ambiente…Regálate salud y pasea cada mañana para tener un magnífico día.

6. Busca un proyecto de vida que te despierte ilusión

Si al abrir los ojos lo primero que te viene a la mente son preocupaciones y problemas, lo estarás arrastrando durante todo el día. Además, te producirá desánimo y desmotivación constante. Por esto, es de vital importancia que tomes consciencia sobre tu intención de cada día, y enfocar tus acciones en tus propósitos. Si tienes un proyecto que te genera ilusión, te levantarás de la cama con mucha energía y mejor estado de ánimo.

Para alcanzar y mantener esta ilusión, puedes prepararte la noche anterior cuando te vayas a ir a dormir. Planifica las tareas a realizar al día siguiente. De esta forma, irás a la cama mucho más relajado, tendrás un sueño reparador y te despertarás por la mañana con las ganas de hacer todo lo planeado con una actitud muy positiva.

También puedes dedicarle los primeros minutos del día a visualizar las acciones que vas a llevar a cabo, y las metas que te hayas propuesto.

Con todos estos consejos ya conoces las maneras de empezar bien el día. Comenzar las mañanas con una vibración positiva, es la mejor actitud para tener un día redondo. Recuerda que para adquirir un hábito necesitamos constancia, si practicas la meditación cada día, además de disfrutar más de cada momento, alcanzarás muchos otros beneficios para tu salud física y mental.

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