La postura clásica de yoga para la meditación es sentarse en el suelo, las piernas cruzadas y la columna vertebral erguida sin soporte para la espalda. Sin embargo, no intentes esto a menos que sea muy cómodo para ti. Lo importante es sentirse cómodo para que tu cuerpo no te moleste durante la meditación, aunque no tan cómodo que te quedes dormido.

Para permitir que la energía fluya suavemente a través de tu cuerpo, es mejor si tu columna vertebral está bastante erguida. Sin embargo, no te esfuerces, y usa almohadas y cojines si es necesario. Si estás sentado en una silla, coloca tus pies en el suelo. Si estás sentado en el suelo, intenta levantar las caderas para que estén a nivel o más altas que tus rodillas. Esto evitará cualquier tensión en la zona lumbar.

A menos que no puedas sentarte, no recomendamos acostarse para meditar, ya que el cuerpo asocia esta posición con el sueño.

Te invitamos a leer nuestro artículo del blog sobre las mejores posturas para meditar 🙂