Entrevista a Úrsula Calvo sobre la incertidumbre por Expansión

Podemos considerar la incertidumbre como una amenaza o como una poderosa herramienta para detectar oportunidades y hacer uso de ellas para conseguir éxito profesional y personal. Úrsula te cuenta cómo
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P: ¿Cuál es el punto de partida más adecuado para que la incertidumbre sea la excusa para alcanzar el éxito?

R: Doy por hecho que te refieres al éxito en un proyecto concreto.

El punto de partida es que la incertidumbre es “todas las posibilidades” y “cualquier posibilidad”. Si quiero alcanzar el éxito, significa que creo que aún no lo tengo, por lo que el éxito no está en este momento en mi campo de certidumbre, es decir, siento que no es un hecho aquí y ahora. El único lugar donde lo puedo encontrar, es en el terreno de la incertidumbre, donde se encuentra cualquier posibilidad y, por tanto, también la posibilidad de éxito. Necesito la incertidumbre.

Es de sentido común que la incertidumbre forma parte de la vida, simplemente es así. Por tanto, lo único que está en mi mano es aceptarla o no. No tiene mucho sentido emprender un proyecto sin aceptar un hecho evidente, porque esto sólo supondrá un desgaste de energía innecesario.

Sentirse cómodo con la incertidumbre es quizá el factor más decisivo para alcanzar el éxito en cualquier cosa.

El éxito está muy relacionado con la creatividad, y la creatividad implicar deshacerse de los condicionamientos del pasado para adentrarse en lo desconocido y crear algo nuevo. La certidumbre viene de nuestros condicionamientos del pasado, y esto se vuelve una prisión cuando necesitas ser creativo y “salirte de la caja”. Incertidumbre es libertad.

Es importante tener en cuenta desde el primer momento que tener “éxito” no significa que se cumplan con exactitud nuestras predicciones, por lo que no podemos sentirnos frustrados o fracasados cada vez que algo no salga según lo previsto. Sobre todo porque posiblemente un “revés” sea una bendición y no nos demos cuenta hasta pasado un tiempo. El éxito no depende solamente de nuestra capacidad intelectual, hay muchos factores como nuestro subconsciente que juegan un papel importante. Es el intelecto el que marca el rumbo, pero su capacidad es muy limitada. El subconsciente, con una capacidad millones de veces superior (nuestra mente subconsciente es capaz de procesar 400 mil millones de bits por segundo, mientras que nuestra mente consciente puede procesar 2000 bits de información por segundo), te puede estar llevando por un atajo que tu consciente no había previsto.

El éxito es un forma de ser, y esa forma de ser incluye una gran dosis de confianza, tanto en uno mismo como en la vida.

No creo que ninguna de las grandes personas de éxito hubiera siquiera imaginado que iba a llegar tan lejos, ni mucho menos lo hubiera planificado con exactitud. Todos se sorprenden del curso de los acontecimientos. Lo único que tenían claro es que las cosas irían bien porque tenían todas las herramientas para ello. Esas herramientas hacen que podamos ir resolviendo los retos, según vayan surgiendo.

Éxito no es ausencia de desafíos. Éxito es estar preparado, en todos los sentidos, para afrontarlos cuando surjan.

Abrazar la incertidumbre, con el entusiasmo que surge de saber que ahí está tu oportunidad de crear algo nuevo, disfrutar de cada paso del camino, manteniéndote presente sabiendo que estás preparado. Esto es éxito.

P: ¿Qué factores son definitivos para que las dudas no se vuelvan en nuestra contra?

R: La duda se vuelve en tu contra cuando genera miedo, cuando se basa en la creencia (que es una certeza) de que “muy posiblemente vaya mal”. Dudar es humano, es la desconexión del Ser del “ser humano”. Un árbol, que simplemente es, no duda. En algún nivel “sabe” que sólo ha de dejarse llevar por el impulso de la vida, de la evolución. No necesita hacer nada más. Ese mismo impulso evolutivo está en todo lo que es. Sólo cuando desconectamos de lo que somos, surge la duda.

La duda surge del pensamiento. Cuando te mantienes presente, en el ahora, no hay dudas. Es el pensamiento el que te mantiene en el futuro y, por una cuestión de programación para la supervivencia, tiende a imaginar sucesos terribles que raramente ocurren. Puedes utilizar tu pensamiento para hacer una estrategia y planificar. Y luego es preciso apartarlo, ya no sirve. Si no quieres que el pensamiento te llene de dudas y te paralice, en lo que hayas decidido estar, estate.

Mantenerse presente no es fácil, ya que tenemos la inercia de toda una vida de pensamiento inconsciente y compulsivo. Es preciso entrenar la mente. La mejor herramienta que conozco para ello es la meditación. La meditación te ayuda a vivir en mindfulness (atención plena).

Antes te comentaba que sentirse cómodo con la incertidumbre era quizá la clave más importante para el éxito. Una de las razones es que en este estado de comodidad, eres capaz de estar completamente centrado en el ahora, que es precisamente donde surgen todas las oportunidades que necesitas para que tu proyecto sea un éxito. Si estás preocupado por lo que pueda pasar, tu pensamiento te ha transportado al futuro, ya no estás aquí, y simplemente esas oportunidades no las verás.

P: ¿Cómo librarnos del miedo (ese gran tirano) y el ‘qué dirán’ en la toma de decisiones?

R: Si no te sientes cómodo con la incertidumbre, significa que no te sientes lo suficientemente preparado. Entonces, no es una cuestión de ¿qué pasará? Sino de ¿estoy preparado para lo que suceda? No tienes ningún problema con la incertidumbre cuando dominas un área. Por ejemplo, ¿te sientes incómodo pensando qué va a pasar con tu relación de pareja en el futuro cuando estáis enamorados y sabes que has encontrado a la persona de tu vida? En absoluto, la incertidumbre pasa a ser un aliciente y la chispa de la vida. Lo mismo sucede cuando sabes cocinar, te dispones a hacer un pastel y tienes todos los ingredientes. Podrías tener miedo a dejar sin desayuno a tu familia, pero ni siquiera piensas en esa posibilidad.

La incomodidad ante la incertidumbre puede ser una gran oportunidad de tomar consciencia de aquellas áreas en las que nos sentimos más débiles y poder trabajar o actuar sobre ellas. Y esto desterrará el miedo. Incluido el miedo al “qué dirán”

P: Mejor hacer el ridículo que arrepentirse… ¿cómo utilizar el ridículo en beneficio propio?

R: ¿Qué es el “ridículo”? Si tienes la creencia de que equivocarte es hacer el ridículo, supera esa creencia antes de empezar cualquier proyecto o te quedarás bloqueado. No se trata de elegir entre hacer el ridículo o arrepentirse, se trata de elegir entre actuar o no actuar. Cualquier decisión que se traduzca en acción tendrá una repercusión. Puede ser un aprendizaje o un éxito. Lo único ridículo es no actuar por miedo al ridículo.

Todos tenemos en mente algunas personas a las que admiramos. ¿Alguien puede creer que nunca se hayan equivocado? ¿Crees que han hecho el ridículo por ello? Es de todos conocido el caso de Tomas Edison, que falló casi mil veces antes de dar con una bombilla que funcionara. Cuando le preguntaron por ello respondió, “no he fracasado mil veces, ahora sé más de 900 formas de hacer una bombilla que no funcione”. Todos los grandes genios han tenido grandes fracasos porque han sido lo suficientemente grandes como para actuar en grande.

P: Hablan del fracaso como uno de los mejores alicientes para conquistar el éxito, pero ¿qué sucede cuando tras una carrera de éxitos llega el fracaso? ¿Cómo evitar que se convierta en el lastre de un éxito incierto?

R: El éxito y el fracaso son inseparables, entre otras cosas porque no podríamos sentirnos exitosos si no nos hubiéramos sentido fracasados. Ganar una “guerra” supone estar dispuesto a perder algunas batallas. Si no estás dispuesto, ya la has perdido antes de empezar.

Si has sido capaz de llevar una carrera de éxitos y te llega un fracaso, sólo has de seguir en tu línea, y volverán los éxitos. El éxito es una forma de ser, y esa forma de ser entiende que no se puede tener siempre éxito, o simplemente que el éxito final requiere de esos pasos previos. Nada es lo que es ahora si no hubiera sucedido todo lo que ha sucedido en el pasado.

P: “Si estás experimentando nunca puedes fracasar”. ¿Cómo controlar esos experimentos? ¿Cuál es la clave para que los experimentos no se conviertan en un mantra de por vida que no lleva a destino cierto?

R: Creo que esa frase se refiere a que si estás plenamente presente, hagas lo que hagas, accederás a todo tu potencial de creatividad y, lo más importante, disfrutarás mucho con ello. Esto en si ya es un éxito.

Si lo que quieres es conseguir el éxito en un proyecto concreto, antes de “experimentar” es importante que, de una forma consciente, es decir, estando presente, 1. Definas qué es lo que quieres, 2. De qué herramientas dispones o qué necesitas para llevarlo a cabo 3. Elabores un plan de acción.

Si lo que quieres es factible, tienes todas las herramientas necesarias y un plan de acción adecuado, hay muchas probabilidades de que acabe en éxito. Si, además, eres capaz de reconocer que te has podido equivocar en algún aspecto y tienes la suficiente flexibilidad para ir corrigiendo velas, adaptándote a los retos u oportunidades nuevas que te surjan, el destino será cierto.

Si te pasas la vida desarrollando acciones que se quedan en experimentos fallidos, tal vez debas plantearte que, al igual que existe el miedo al fracaso, también hay personas que tienen miedo al éxito, y la mayoría no son conscientes de ello. ¿Puedes tener creencias subconscientes que estén boicoteando tus mejores intenciones?…

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