¿Te gustaría tener la capacidad de verte a ti mismo como un héroe? ¿Imaginas cómo sería tu vida si tú mismo fueses tu mayor fan? En muchas ocasiones tendemos a auto-sabotearnos, manteniendo un diálogo interno que es de todo menos empoderador, poniéndonos obstáculos, sintiendo culpa y resentimiento… Si por un momento nos sentimos bien con nosotros mismos, no tardamos en iniciar un motín: saltan las inseguridades, los miedos, la falsa modestia o el desprestigio.
De hecho, muchos afirman que si les hablásemos a los demás como nos hablamos a nosotros mismos, dejaríamos de tener amigos. Si esto es así, ¿cómo es posible que todavía quede algo de fuerza en nosotros? Llevamos muchos años tratando de destruirnos y todavía no lo hemos conseguido… ¡Somos mucho más fuertes de lo que pensamos!
De hecho, aun con toda la carga acumulada, la mayoría de nosotros seguimos teniendo inquietudes, deseos y sueños. Incluso de vez en cuando tenemos éxito en la consecución de nuestros objetivos. ¿Qué podríamos llegar a hacer si, además, nos diésemos un empujón? ¿Hasta dónde seríamos capaces de llegar si nos diésemos energía en lugar de quitárnosla?
Probablemente la mayoría de nosotros, hemos pasado por grandes “baches”, desde un fracaso importante (o por lo menos, lo que nosotros considerábamos un fracaso) hasta la pérdida de un ser querido. Y, al menos en la mayoría de las ocasiones, hemos conseguido superarlo y seguir adelante. Entonces, ¿por qué seguimos dudando de nuestra capacidad?
Podemos hacer del bache un trampolín, sólo transformando nuestra percepción de quiénes somos, y de todo lo que somos capaces de hacer.
Cómo aumentar nuestro poder personal y la autoestima
1. Descubre tu potencial
Con técnicas como la meditación y el mindfulness, conseguirás conectar contigo mismo y con tu inmenso potencial. A través de estas técnicas te darás cuenta de lo que verdaderamente eres, además de potenciar tus habilidades.
2. Haz un listado de tus cualidades
Aprende a actuar de caza-talentos contigo mismo. Obsérvate en las distintas situaciones y entrénate para identificar tus puntos fuertes. Haz un listado de tus cualidades, y revísalo todas las veces que puedas para ir ampliándolas. Es probable que pocas veces te hayas parado a pensar en todas las cosas buenas que tienes y en todas las puertas que podrías abrir si las tuvieses en cuenta más a menudo.
3. Haz un listado de tus éxitos
Además de tomar consciencia de todo el potencial, haz también un recuento de las ocasiones en las que ese potencial te ha ayudado a lograr una meta esperada.
Date cuenta de que probablemente tengas muchos más éxitos de los que creías.
4. Libérate de la culpa y la autocrítica
Ambos sólo conseguirán quitarte energía y ninguno te impulsará hacia el crecimiento, sino que te limitará.
Lo que sí puede servirte es preguntarte a ti mismo qué puedas aprender de las situaciones que te ocurren. La vida pasa para ti, no contra ti, así que aprovecha ese aprendizaje que estás recibiendo en lugar de bloquear cualquier posibilidad de crecimiento personal.
5. Tómate tu tiempo
Dedícate un tiempo a ti, a cuidarte y a mimarte. Practica deporte, como el yoga o la natación, sal a dar una vuelta o dedícate a leer un libro que te guste. Hazlo por ti y tómate tu tiempo.
6. Cambia tu fisiología
Según múltiples estudios, la relación cuerpo-mente es bidireccional. Es decir, si cambias tu estado mental, cambiarás tu fisiología, pero si cambias tu fisiología también puedes cambiar tu estado mental y emocional.
Por ejemplo, si te sientes triste o abatido, trata de adoptar una postura erguida con la cabeza ligeramente levantada. O, como escuché una vez decir a Joseph McClendon: “¡Mueve el culo!”. Él afirma que, moviendo el culo (literalmente hablando) puedes subir tu estado de ánimo.
Existen otros trucos, como sonreír durante algunos instantes, o bailar. Encuentra el que mejor te vaya a ti y utilízalo cada vez que lo necesites.
La verdadera autoestima es aquella que brinda el conocer quién eres, pues es la única que permanecerá siempre, con independencia de lo que pase fuera. ¡Atrévete a tener un encuentro extraordinario contigo mismo!
