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i bien no tiene ningún sentido, lo cierto es que la inmensa mayoría de nosotros quiere cambiar ciertas cosas, pero sigue haciendo exactamente lo mismo, día a día, mes a mes, año a año… Seguimos con los mismos hábitos, las mismas rutinas, nos movemos dentro de nuestra “zona de confort”, que no es otra cosa que una “zona de estancamiento”.
Tener propósitos y deseos de mejorar las cosas no sólo es importante, sino que es la forma que tenemos los seres humanos de experimentar y crear el mundo. Puede ser mejorar la condición física, mejorar una relación, un trabajo más creativo o satisfactorio, … Curiosamente, los propósitos de cada año suelen ser los mismos, y seguirán siendo propósitos repetidos y frustrantes si no tomamos una decisión de una vez por todas.
¿Se trata de falta de una falta de motivación, de creer que sólo con quejarnos se van a cambiar solas o ni siquiera nos lo planteamos y nos limitamos a vivir en “piloto automático”?
Tal vez un poco de cada cosa… Así que, veamos cómo vencer estos obstáculos y hacer que este nuevo año sea, de verdad, uno nuevo
- Para poner en marcha cualquier propósito, es importante una buena dosis de motivación. Te sugiero que te hagas esta pregunta: ¿cómo será mi vida si sigo igual? Imagínate a ti mismo dentro de un año, ¿cómo te sentirás?. Luego, cierra los ojos e imagina que, por el contrario, has conseguido tu propósito. Haz un pequeño esfuerzo de imaginación y siente que ya es una realidad, deleitándote con los detalles: ¿cómo te sientes? ¿qué ves a tu alrededor? ¿qué te dice la gente? ¿qué te dices a ti misma?. Haz este ejercicio de vez en cuando, prestando especial atención a los detalles que aparecen en esa imagen de ti victoriosa.
- La queja produce una vibración opuesta a lo que deseas conseguir. Normalmente, todos nuestros deseos tienen un objetivo: ¡sentirnos mejor!. Si recurres a la queja, a la culpa, si te enfocas en aquello que no quieres en vez de en aquello que quieres, no vas a conseguir salir de ahí nunca. Cada vez que te descubras quejándote, tómate un par de minutos para hacer el ejercicio anterior
- Toma consciencia y sal del modo “piloto automático” siempre que puedas. No eres un robot. Eres una persona creativa y sólo tomando consciencia de ello empezarás a cambiar las cosas. Aunque es cierto que hay cosas que no podemos cambiar, está en nuestra mano mucho más de lo que creemos. Dedica un rato cada día a estar contigo, a meditar, a prestar atención plena al momento presente, a tu respiración… Sal de las rutinas de tu mente y tu pensamiento condicionado y date cuenta de que estás viva, y tienes mucho que dar y recibir.
Date cuenta de esto: ¡eres muy grande!, mucho más grande que tus circunstancias. Si lo descubres, las circunstancias cambiarán solas.
¡Feliz año Nuevo, amig@!