Aprender a decir “no”, en ocasiones, nos resulta difícil, pero es importante saber hacerlo para mantener nuestro propio bienestar. A veces, es necesario negarse ante ciertas peticiones, y eso no significa que seamos “egoístas”. Saber decir no es muy importante para sentirte bien contigo mismo y poder enfocarte correctamente en tus propias prioridades.
Por qué cuesta tanto decir “no” sin sentir culpabilidad
Generalmente, nos cuesta decir “no” por varias razones, pero todas ellas giran en torno a la necesidad de aceptación de los demás. Porque creemos que, al negarnos a alguna petición, los demás podrían pensar que no queremos ayudar, o por miedo a hacer sentir mal a otros. Sin embargo, si eso significa dejar de lado tus necesidades, ¿te has preguntado entonces a quién estás traicionando realmente?
Ser asertivo
Es muy importante asimilar que saber decir no es de vital importancia y fundamental para tu calidad de vida. Aprender a decir no es necesario para respetarte a ti mismo, manteniéndote fiel a tus propósitos y prioridades. Solo así podrás evitar acabar atendiendo los propósitos o prioridades de otras personas, probablemente desatendiendo los tuyos propios, por lograr un amor que no te estás dando tú.
Una poderosa herramienta para trabajar la asertividad es la meditación. En este artículo puedes ver algunos de los numerosos beneficios que ofrece la práctica de la meditación diaria demostrados por la ciencia, entre los que destaca la mejora de tus relaciones sociales, a través del autoconocimiento y una mejor gestión de las emociones. Al desarrollar estas capacidades, podrás aprender a decir no y te ayudará a sentirte libre para tomar las decisiones de tu propia vida. Así que no temas a las críticas o que otra persona se pueda sentir disgustada. Probablemente, esto ni siquiera ocurra. Es necesario para tu bienestar que te empoderes y seas tú quien decida en cada momento lo mejor para ti. Porque sólo de esta forma podrás realmente ofrecer lo mejor para los demás.
Al aprender a decir no también evitarás sentirte estresado y podrás enfocar tu energía en lo que verdaderamente deseas. Por ello, antes de acceder a algo, evalúa detenidamente la situación y valora si realmente quieres hacerlo o no.
7 Técnicas para decir “no”
Saber decir no es algo muy positivo. Pero para ello, es necesario cambiar aquellas creencias que nos hacen sentir que al negarnos a algo estamos rechazando o traicionando a otra persona, o que estamos actuando de forma egoísta. Casi todos nosotros aceptamos un no como respuesta de una forma muy favorable si nos hacen ver los motivos de la negativa. Además de argumentarla, también puedes ofrecer otras alternativas que ayuden de otra forma a la persona que realiza la petición. De este modo, reafirmarás tu identidad, aumentarás la confianza en ti mismo y, muy probablemente, incluso reforzarás la confianza con la otra persona.
Te mostramos una serie de consejos o técnicas para aprender a decir no de manera asertiva.
1. Céntrate en lo que sientes
Si te encuentras con una lucha interior y no sabes realmente qué decisión tomar ante una petición, es recomendable que te enfoques en cómo te sientes. Si valoras las emociones que te provocan la petición que te proponen, seguramente tu guía interior te dará la respuesta. Es muy importante que seas coherente y fiel con tus valores y tus propias emociones. De esta manera, todo fluirá mucho mejor.
2. Expresa tu punto de vista
No temas nunca expresar tu opinión y tus emociones. Sentirás gratitud contigo mismo y las otras personas valorarán tu sinceridad y autenticidad. Un buen ejemplo de cómo decir no, es cambiar el enfoque de la situación: agradece las peticiones y, si tienes que rechazarlas, aporta siempre un motivo de manera asertiva. Si explicas cómo te sientes, la gente comprenderá más fácilmente tu negativa.
3. No alargues tu decisión
En cuanto tengas claro que quieres decir no, no demores tu respuesta y hazlo en cuanto puedas. De esta forma ahorrarás energía, evitarás malentendidos y disfrutaras de relaciones sociales más sanas. No obstante, en el caso que inicialmente hubieras accedido y, tras reflexionar, hayas cambiado de opinión, no te sientas forzado. Nunca es tarde para rectificar. Lo mejor en estos casos es explicarle a la persona con quien te habías comprometido tu nueva decisión, exponiéndole tus motivos. Al comunicarte de forma asertiva y desde el corazón, generarás más empatía en los demás y apoyarán tu decisión.
4. No quieras agradar a todo el mundo
Intentar agradar a todo el mundo es un error muy común. Para aprender a decir no es uno de los primeros puntos que tendrás que atender. Si estás acostumbrado a decir sí a todo, es el momento de dejar de asumir ese rol. Puedes comenzar a respetar tus propios límites con pequeños detalles.
Un ejemplo muy sencillo: si te invitan al cine y realmente no te gusta la película, expresa de manera clara el motivo por el que no quieres verla y argumenta lo que te gusta de otra. Si dices que sí a todo para agradar a las personas de tu entorno, acabarás realizando cada día pequeños actos que realmente no quieres, que estarán restando energía que podrías dedicar a lo que verdaderamente quieres en tu vida. La suma de todos estos pequeños actos puede desembocar en que dejes de ser el director de tu propia vida, lo que te provocará una enorme insatisfacción y te restará felicidad.
5. No te muestres constantemente accesible
Si observas a tu alrededor te darás cuenta de que, a veces, existen personas que están continuamente haciendo cosas por los demás, y apenas se sirven a sí mismas. Si sientes que eres una de ellas, reflexiona sobre tus intereses y prioridades. En primer lugar, piensa en ti y después, si estás bien, tienes tiempo y te apetece, muéstrate accesible para los demás, permitiéndote siempre seleccionar las peticiones a las que sí vas a acceder, y cuales no.
6. Disfruta de tu libertad
Disfruta de tu libertad para tomar las decisiones de tu propia vida y muéstrate a los demás tal cual eres. De esta manera, podrás establecer mejores relaciones sociales basadas en la honestidad. Sé consciente de tu libertad a la hora de tomar cada decisión tu vida, y muéstralo así a las personas de tu entorno. Al liberarte del sentimiento de culpabilidad ante una negativa, tú te sentirás mucho mejor y, además, estarás también ayudando a los demás a ser conscientes de que ellos también pueden hacerlo.
7. No te comprometas si no puedes
Cuando recibas una petición que no tienes claro si puedes asumir, espera a confirmarlo o rechaza la petición. Solamente adquiere aquellos compromisos que sientas que verdaderamente vas a poder asumir y que además te apetezca hacerlo. Es una de las ocasiones más importantes en las debes saber decir no. Sé amable con tu respuesta, habla de cómo te sientes y reforzarás el vínculo con la persona que haya realizado la petición.
Recuerda que saber decir no es muy importante para tomar las riendas de tu vida. Entrena tu mente para convertirte en el director de propia vida y podrás aprender a decir no sin sentir culpabilidad. Esto supondrá un antes y un después en tu vida diaria. Sé conciso, firme y directo. Y, ante todo, sírvete a ti primero. Solo así podrás ofrecer lo mejor de ti para los demás y comenzarás a tomar decisiones que mejorarán tu calidad de vida y te ofrecerán una mayor felicidad.