Cómo desarrollar la inteligencia emocional

La combinación de inteligencia y emociones correctamente enfocada puede convertirse en una de las cualidades más poderosas de una persona. Descubre qué es y cómo desarrollarla.
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La inteligencia emocional está formada por dos conceptos muy amplios. Por un lado, la inteligencia es la capacidad para aprender, resolver problemas y crear nueva información, entre otras cosas. Las emociones, en cambio, se tratan de procesos psico-fisiológicos que actúan como señales ante lo que sucede en nuestro entorno y en nuestro interior.

A la capacidad de procesamiento de la información emocional es a lo que llamamos inteligencia emocional, y tiene la función de adaptar nuestros procesos mentales y nuestra conducta para cada situación que nos surja en la vida.

¿Qué es la inteligencia emocional?

La definición de inteligencia emocional más aceptada fue la desarrollada por Goleman, en el año 1996. Goleman define la inteligencia emocional como un grupo de habilidades que hace posible controlar nuestros impulsos emocionales y comprender las emociones y sentimientos de las demás personas. De esta forma, mejora la comunicación, la empatía y, en general, mejora nuestras relaciones sociales y afectivas.

La inteligencia emocional, según Goleman, está formada por cinco componentes: la autoconciencia, la autorregulación, la empatía, la automotivación y las habilidades sociales. Para trabajar la inteligencia emocional, usamos la educación emocional como apoyo, ya que su objetivo principal es el desarrollo de las competencias emocionales, la conciencia emocional, la regulación emocional y la inteligencia inter e intrapersonal.

Consejos para desarrollar la inteligencia emocional

Hemos recopilado algunos consejos que te ayudarán a desarrollar tu inteligencia emocional y poder obtener un mayor bienestar, desarrollo personal y felicidad.

1. Diario de emociones

Si quieres practicar y aumentar tu inteligencia emocional, puedes empezar a escribir un diario de tus emociones y sentimientos. Basta con dedicarle 10 minutos al día para reflexionar cada noche sobre las emociones que has sentido a lo largo de toda la jornada. Tanto si te has sentido relajado como estresado, apúntalo en tu diario. De esta manera, podrás analizar al final de la semana todo lo que has sentido y podrás comparar con semanas anteriores. Además, puedes añadir algunas tareas en el caso de que tuvieras un exceso de emociones negativas. De esta forma, estarás trabajando el autoconocimiento y podrás gestionar mejor tus emociones a medida que vas avanzando en tu crecimiento personal.

Es una forma de tomar consciencia de la calidad de nuestras emociones, pues esta determina, en gran medida, la calidad de nuestra vida.

2. Escucha con atención plena

La escucha activa es una habilidad social que debemos poner en práctica. La escucha activa no solo tiene en cuenta lo que decimos: el lenguaje no verbal es de vital importancia a la hora de expresarnos y comunicarnos.

Para trabajar esta habilidad, cada vez que te acuerdes, trata de prestar toda tu atención a la conversación que estés teniendo. Recuerda que no se puede escuchar con atención plena si, mientras tanto, estás pensando la respuesta que vas a dar a continuación. Simplemente, escucha, sin juzgar.

En cuanto comienzas a practicar la escucha activa, la conversación cambia radicalmente en cuestión de segundos.

3. Meditación Vipassana

Existen muchos tipos de meditación. Algunas técnicas meditativas son muy útiles para mejorar la inteligencia emocional. La meditación vipassana es una de las más conocidas. Se trata de un término del idioma Pali y significa observación o visión clara. Consiste tomar consciencia del momento presente, centrando la atención en la respiración. Observando las sensaciones que experimentamos en cada inhalación y en cada exhalación en nuestras fosas nasales. Gracias a la meditación, podrás tomar consciencia de tus emociones y pensamientos, sin aferrarte a ellos. Con la práctica diaria aceptarás tus pensamientos, pudiendo dejar marchar más fácilmente aquellos que actúen como limitaciones en tu mente.

4. Detente un minuto

Para aprender a regular tus emociones y mejorar tu inteligencia emocional es necesario aprender a detenerte, darte un respiro, aunque sea unos minutos, para volver al momento presente. Existen situaciones en la vida que pueden provocarnos sentimientos negativos o tensión. Esto puede ocurrir en distintos entornos o situaciones: en el ámbito familiar, social o laboral.

Si en algún momento sientes las respuestas fisiológicas de estados como la ansiedad o el estrés, frena por un instante. Busca un lugar tranquilo, sal del sitio donde se ha originado este estado y respira lenta y profundamente por unos minutos. Tu mente se aclarará y podrás volver al lugar a responder con la mente más clara y una actitud serena.

Si sientes que has perdido el control y crees que necesitas más tiempo, permítete tomarte la libertad de hacerlo. Muchas veces es mejor parar unos instantes para recuperar la claridad y poder “ofrecerte” la mejor versión de uno mismo, sin dejarte llevar por emociones condicionantes.

5. Lee libros sobre inteligencia emocional

Las habilidades de la inteligencia emocional se pueden trabajar y mejorar con constancia. Entre algunas de estas habilidades se encuentran: la capacidad de toma de decisiones, el conocimiento de uno mismo, la autorregulación, el manejo de las emociones y de la responsabilidad, el control del estrés emocional, la adaptación a los cambios, la actitud optimista, el logro de objetivos y la empatía con los demás.

Existe una gran variedad de libros para adquirir conocimientos teóricos y prácticos. Comienza a leer y a poner en práctica lo aprendido para entrenar las características fundamentales que te ayudarán a desarrollar la inteligencia emocional.

6. Apúntate a un taller de crecimiento personal

Invierte tiempo en un taller para mejorar tus habilidades emocionales y disfrutar de mejores relaciones afectivas. Existen temáticas diferentes. Dependiendo del objetivo que quieras conseguir, establece tu prioridad y elige un curso que cumpla con tus necesidades. Es una de las mejores formas para realizar prácticas grupales y crecer como persona a través de tu propia vivencia.

Si no puedes realizar un taller presencial también puedes optar por las versiones online, cómodamente desde tu casa. Te invitamos a visitar nuestro Seminario Yo Ahora®.

7. Regálate sesiones de coaching

En un proceso de coaching, el entrenador, también llamado coach, es un experto en desarrollo personal que te ayudará a organizar tus ideas. Al regalarte sesiones de coaching, estarás invirtiendo en autoconocimiento: desarrollarás tus habilidades emocionales con la ayuda de un experto. De hecho, los mejores coach del mundo, también reciben apoyo por parte de otro coach.

Ahora que ya sabes qué es la inteligencia emocional y los consejos para desarrollarla, ponte manos a la hora y comienza a ganar todas las competencias emocionales necesarias para llevar una vida plena y feliz. Si, además, dedicas cada día unos minutos a la práctica de la meditación, en poco tiempo habrás mejorado significativamente las habilidades relacionadas con la inteligencia emocional.

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