La Meditación para niños

Descubre cómo ayuda a los niños la meditación, los beneficios que conlleva y algunos ejercicios para hacer con ellos.
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Muchos padres se platean si es recomendable la meditación para niños. La meditación es una poderosa herramienta cuyo objetivo principal es ejercitar la mente a través de la atención, para alcanzar un estado de calma y serenidad mental. Al meditar, se obtienen innumerables beneficios a nivel físico y mental, una importante mejora de la salud, el bienestar y mayor felicidad. Considerando todos estos beneficios, ¿por qué no facilitar los ejercicios de meditación para niños, quienes se encuentran en pleno desarrollo a nivel fisiológico, mental y como seres humanos?

Actualmente, existen numerosos programas para introducir los ejercicios de meditación para niños en las aulas. Esta iniciativa, que comenzó en Estados Unidos, se está extendiendo también por Europa. En España, cada vez son más los colegios que se unen a la iniciativa implementado programas de Meditación y Mindfulness en su plan educativo. Paralelamente, también padres y madres pueden asumir el reto, practicando con sus hijos la meditación para niños que, a través de sencillas técnicas, les ayudará a encauzar sus emociones, su vida y alcanzar una mayor felicidad.

Cómo ayuda la meditación a los niños

Al realizar ejercicios de meditación para niños, estos obtendrán dos beneficios inmediatos:

  • Calma: el primer efecto que produce la meditación infantil, es la calma y serenidad que les aporta. Los ejercicios de meditación para niños consisten en enfocar su atención, ayudándoles a estar más tranquilos y calmados, aumentando su capacidad de focalizar la atención en cualquier situación.
  • Concentración: Al igual que los adultos, al estar más calmados, aumenta su concentración. Al desarrollar su capacidad para enfocar el pensamiento, les ayuda a mejorar la atención, ya sea hacia aquello que están haciendo en ese momento, a estar presentes y atentos a una explicación, o atender y gestionar con mayor habilidad sus emociones y deseos. Imagina hasta dónde llegaríamos si aprendiésemos desde esa edad.

“Si le enseñáramos la meditación a cada niño de 8 años, eliminaríamos la violencia en una sola generación”.

12 Beneficios de la meditación para niños

  1. Aprenden a gestionar mejor sus emociones y pensamientos.
  2. Aumenta su concentración y capacidad de atención.
  3. Mejora el rendimiento académico.
  4. Incrementa su autoestima.
  5. Reduce el estrés infantil y la ansiedad.
  6. Gozarán de un mejor descanso y un sueño más reparador.
  7. Será más responsable, reduciendo su impulsividad.
  8. Incrementa la empatía y su capacidad de gratitud, mejorando sus relaciones sociales.
  9. Refuerza su sistema inmunológico.
  10. Mejora la capacidad de lidiar con las situaciones de la vida.
  11. Proporciona las bases para una madurez más sólida.
  12. Será mucho más feliz.

Algunas técnicas de meditación para niños

Es importante, para meditar con los más pequeños, adaptar la práctica con ejercicios de meditación para niños, facilitándoles herramientas adaptadas a su rango de edad. Hay que recordar que los niños no cuentan con la misma capacidad de concentración que los adultos, además de que, inicialmente, no hay una intención previa consciente de meditar. Para ello, existen numerosas y divertidas técnicas, utilizando cuentos, metáforas con la naturaleza, o elementos de su entorno más cotidiano, con las que podrás acercar la meditación a tus hijos:

  • Meditación para niños menores de 3 años: en las edades más tempranas, basta con “permitirles” estar con nosotros durante nuestra propia meditación, dejándoles acercarse, cogiéndolos en brazos y, simplemente, dejarles estar hasta que se cansen. Recordemos que una de las mayores fuentes del aprendizaje en los seres humanos es la imitación. Puedes dedicar unos minutos antes o después de tu rutina de meditación a “simular” una meditación estando con ellos.
  • Meditación para niños de 3 a 9 años: en este rango de edad podemos aplicar técnicas que ya involucren más activamente al niño, a través de actividades que mediante “juegos” lleven meditación. Podemos usar cuentos, libros, canciones, sonidos, o incluso a través de la respiración, utilizando metáforas divertidas, como la de una rana, y aludir al movimiento de ésta con nuestro vientre al respirar… Cualquier elemento que nos ayude a enfocar la atención del niño sirve para ayudarle a meditar. A partir de los 5 años, ya podemos introducir un mantra sencillo.
  • Meditación para niños a partir de los 8 ó 9 años: a esta edad los niños ya son más capaces de comprender algunas de las actitudes requeridas para meditar. Podemos plantear técnicas de respiración, practicar la meditación en silencio, o seguir alguna meditación guiada en la que a través de cuentos adaptados a su edad, les conduzca al estado meditativo. Por supuesto, los mantras seguirán siendo siempre un excelente objeto de atención.
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