En el colectivo social, es muy frecuente mezclar los términos de relajación y meditación, y muchas personas pueden llegar a confundirlos. Sin embargo, se trata de dos acciones muy diferentes, tanto en la técnica empleada para realizarlas, como en los objetivos que persiguen. A continuación, explicamos la diferencia entre relajación y meditación, dos prácticas muy distintas, aunque compartan algunos beneficios en cuerpo y mente que aportan un mayor bienestar, como la disminución de la presión arterial, la reducción del estrés y la ansiedad, o alivio del insomnio.
La relajación
Es una práctica cuyo objetivo final es alcanzar la máxima liberación en cuerpo y mente, buscando la descarga de la tensión muscular en el cuerpo, y tranquilizando el sistema nervioso y la mente. Al realizar ejercicios de relajación, perseguimos exactamente lo opuesto a la activación fisiológica del cuerpo y del sistema nervioso. Una de las técnicas más utilizadas es la Relajación Progresiva, que consiste en liberar la tensión de los distintos grupos musculares del cuerpo. Esta técnica se basa en el hecho de que la respuesta fisiológica al estado de estrés genera una serie de pensamientos en la mente que, a su vez, provocan tensión muscular en el cuerpo, aumentando la percepción de ansiedad. La Relajación Progresiva persigue la relajación consciente de los músculos del cuerpo de pies a cabeza, manteniendo el flujo de respiración natural, sin intervenir en su ritmo. Al relajar los músculos del cuerpo, la sensación de ansiedad también se reduce.
La meditación
Es una poderosa técnica que consiste en el entrenamiento de la mente, con el que, a través de la atención, llegamos a un estado de silencio y calma mental. Si bien es cierto, que para meditar es necesaria una previa relajación, éste no es su objetivo final, sino que sería una parte inicial para realizar la práctica de la meditación. Una importante diferencia entre relajación y meditación es que, a diferencia de los ejercicios de relajación, meditar consiste en el adiestramiento de la atención mental para potenciar todos los recursos ilimitados de nuestra mente. A través de la meditación, accedemos a un campo ilimitado de posibilidades desde una mente no condicionada por el ruido mental constante, naturalmente presente en el ser humano. Por tanto, la meditación conlleva un componente de intención de despertar de la mente para acceder a la verdadera conciencia del Ser, que no se encuentra en la relajación.
Así, una de las más importantes diferencias entre relajación y meditación, es que para meditar, no basta con llegar a un estado de relajación si no que, básicamente, consiste en prestar plena atención a un objeto, idea, movimiento, sensación, cualquier cosa. A nosotros nos gustan especialmente como los mantras o la propia mente. De esta manera, llevas consciencia a los pensamientos cotidianos y accedes a tu Ser más profundo, convirtiéndote en el “testigo de esos pensamientos”. Desde esta posición de observador, fuera de la mente condicionada, desarrollas la capacidad de transformar tus pensamientos, cambiar la percepción de tu vida, permitiéndote hacer de ésta algo extraordinario.
