¿Quieres saber cómo ser asertivo?

Conoce qué es asertividad y aprende cómo cultivar esta actitud. Ser una persona asertiva te ayudara a mejorar tus relaciones sociales y alcanzar tus propósitos.
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¿Qué es asertividad? La asertividad se relaciona principalmente con la inteligencia interpersonal. Ser una persona asertiva significa ser una persona con capacidad para expresar su opinión, defender y exponer sus principios y creencias, y hacerlo aportando sugerencias y propuestas de una manera honesta y respetuosa. Ser asertivo es considerar tus propias necesidades, pero respetando siempre lo que precisan las demás personas.

¿Qué es ser asertivo?

Ser una persona asertiva depende de ti. Puedes aprender a desarrollar esta habilidad con diferentes técnicas. Desarrollando tu inteligencia interpersonal e intrapersonal: mediante el entrenamiento de las capacidades asociadas a estas, podrás actuar y expresarte de forma consciente. La asertividad aumenta cuando lo hacen la confianza y la autoestima. Atrévete a sentirte más libre, primero aceptándote tal como eres, y después expresándolo como realmente quieres. Lograrás una experiencia de vida más satisfactoria y auténtica, y serás mucho más feliz.

Técnicas para ser una persona asertiva

Ser una persona asertiva te abrirá muchas puertas. Cuando comienzas a comunicar tus necesidades y deseos con asertividad, todo es mucho más fácil (para ti y para los demás).

Aprender qué es la asertividad y ponerla en práctica te será útil para hacer peticiones, pedir ayuda, exponer tus opiniones de forma sincera, expresar tus emociones, cuestionarte aspectos que te inquietan y compartir sentimientos y experiencias. Prueba con estas técnicas y comprobarás los resultados que obtienes en tu entorno más cercano.

1. Comunica claramente tus necesidades

Las otras personas no pueden leer tu mente, ni saber qué quieres y necesitas de ellas. La asertividad implica comunicarte y expresar tus intereses y necesidades, paso esencial para conseguir tus propósitos. Deja de suponer y pasa a la acción. No tienes nada que perder y mucho que ganar, si te expresas desde la asertividad. Comunícate con un mensaje claro y concreto, cuánto más específico sea, mucho mejor.

2. Cambia tus pensamientos negativos

Es fundamental identificar los pensamientos inútiles y boicoteadores. No puedes cambiar las emociones que sientes, pero sí la forma en que las vives. Date cuenta de cómo te limita el juzgar y el juzgarte. Cambia la culpa por la responsabilidad y toma las riendas de tu vida: si no puedes reemplazar a tu compañero de trabajo por cualquier circunstancia, no te fustigues por ello. Decir no, a veces también es oportuno, e incluso necesario, y forma parte de la asertividad. Reemplaza tus creencias acerca de “decir no” por otras nuevas. Pensar en tus necesidades como persona no es egoísmo, sino coherencia.

3. Defiende tu verdad con asertividad

Aunque consigas ser una persona asertiva, lo que comuniques en tu mensaje no es la única verdad. Debes tener en cuenta que la verdad absoluta no existe y, a veces, consideramos creencias como certezas para comprender mejor nuestro entorno. Lo que puedes considerar una verdad, basada siempre en tus conocimientos y experiencias vividas, puede que, para otra persona, no lo sea. Recuerda este detalle para comprender la importancia de escuchar lo que otras personas tienen que decir.

A veces, hay verdades que no son agradables, pero no es motivo suficiente para no decirlas. Ser sincero con las personas de tu entorno tiene un poder enorme. Eso sí, no olvides ser asertivo cuando quieras transmitir una opinión sincera, es decir, hacerlo considerando tanto tus necesidades, emociones y percepciones, como las que pudieran existir en la persona a la que te diriges.

4. Define bien tus objetivos

Si consigues tener claros tus propósitos y los objetivos que quieres alcanzar, será mucho más probable que los consigas. Piensa realmente qué necesitas. Cuando hayas definido bien tu objetivo, no te apartes de él. Cuando vayas a enfrentarte a la situación, recuerda por qué quieres conseguirlo y los beneficios que te aportará.

Visualízate habiéndolos alcanzado e imagina las emociones que sentirías. La visualización te motivará y te ayudará a definir de forma mucho más precisa lo que quieres para tu vida.

5. Añade motivos en tus mensajes

Cuando hagas alguna petición, explícale también los motivos que te llevan a tu propósito. La otra persona entenderá mucho mejor la importancia de tu objetivo. Fundamentar tu argumento hará que las personas empaticen con tu propósito.

Un ejemplo de mensaje asertivo podría ser el siguiente. Imagina que necesitas concentración para hacer un trabajo en casa y alguien está hablando por teléfono con un tono alto. Podrías decir lo siguiente: “perdona, ¿te importaría hablar en un tono más bajo? Es que me duele la cabeza y no puedo concentrarme con el trabajo que tengo que terminar”, en lugar de, simplemente hacer la petición, o lo que sería aún peor, mostrar una queja. De la misma manera, cuando te pidan algo y quieras negarte, puedes agregar motivos para que la otra persona lo comprenda. Además, puedes ofrecer alguna alternativa para ayudarle con lo que necesita, así lograrás aún más ser asertivo.

Otro ejemplo de asertividad. Imagina que un compañero te pide ayuda con un trabajo y no tienes tiempo para ayudarle, pero no sabes cómo decírselo porque crees que podría enfadarse contigo. En realidad, estás basándote en una creencia que, como toda creencia, podría ser falsa. No obstante, en este caso un mensaje asertivo sería decirle, por ejemplo: “lo siento mucho, pero no puedo ayudarte en este momento, estoy sobrecargado de trabajo este mes. ¿Por qué no se lo preguntas a Daniel, a ver si a él puede ayudarte?”. De esta manera, estás respetando tus necesidades a la vez que estás aportando una posible solución.

6. Contagia tus emociones

Cuando quieras comunicarte con asertividad tendrás que usar mensajes que hablen de tus emociones, de cómo te sientes respecto a esa situación. Explicar tus propósitos o necesidades desde tu punto de vista, desde tus emociones, ofrece un grado de humildad y sinceridad que te ayudará a que la otra persona empatice mejor contigo.

Si te comunicas desde tus emociones, generarás más confianza entre tus interlocutores y mostrarán empatía contigo, porque las emociones unen a las personas. La persona que está escuchándote te comprenderá mucho mejor y se mostrará más receptiva. Hay veces que no somos conscientes de las consecuencias de una acción sobre las emociones de los demás. Si eres sincero y consigues ser asertivo, las personas lo captarán y establecerás un vínculo más profundo.

7. Adopta un lenguaje corporal asertivo

Para ser una persona asertiva, además de cuidar tu forma de comunicarte con los demás, deberás tener en cuenta la importancia del llamado “lenguaje corporal”. Hay posturas corporales que son más abiertas, mientras que existen otras más cerradas. Por ejemplo, cruzarse de brazos es una postura cerrada. Evítalas y utiliza posturas más naturales y abiertas para ser asertivo.

Por ejemplo, una postura idílica sería mantener el peso repartido en ambas piernas con las rodillas ligeramente flexionadas, la espalda recta, los codos flexionados y las manos libres para gesticular. También se pueden mantener los brazos extendidos de forma natural alrededor del cuerpo.

Ahora que ya conoces algunas técnicas para ser asertivo, depende ti de ponerlas en práctica. Desarrolla la asertividad y ganarás confianza y serenidad. Prepárate para conseguir todos tus sueños y alcanzar la vida que siempre has deseado. Todo es posible cuando te conviertes en una persona asertiva.

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