Una de las bases para el crecimiento personal es entender qué es autoconocimiento. Cuando hablamos de autoconocimiento nos referimos al conocimiento que tenemos sobre nosotros mismos y nuestro mundo interior. Es decir, todo aquello que conocemos sobre nuestras emociones, nuestros pensamientos, nuestras capacidades y habilidades, junto con la capacidad que tenemos gestionarla de manera eficiente, partiendo de la aceptación.
Qué es autoconocimiento y cómo se adquiere
Según Gardner, existen 8 tipos de inteligencia, entre la que se encuentra la inteligencia intrapersonal. Este tipo de inteligencia es “la capacidad de autoconocimiento del ser humano: conocer y entender nuestras propias emociones y pensamientos y ser capaces de intervenir en nuestra conducta, con el fin de convertirnos en los verdaderos directores de nuestras vidas”.
La palabra autoconocimiento, está compuesta del prefijo auto- que significa “propio”, “de uno mismo” o “por uno mismo”; más el sustantivo conocimiento, que es nuestra capacidad de comprensión a través de la razón. Se trata de un concepto muy utilizado en psicología y también el ámbito del desarrollo personal, haciendo referencia a la capacidad de introspección que tenemos como seres humanos para reconocernos como un individuo. Desde esta perspectiva, el autoconocimiento es fundamental para poder construir nuestra propia identidad personal. De esta forma, el autoconocimiento juega un papel crucial en el desarrollo de la inteligencia intrapersonal que, de hecho, influye en todas las demás.
Cuando aprendemos a buscar dentro, encontramos todas las soluciones que necesitamos en cada momento. Sin embargo, para esto hace falta valor, porque tomar la responsabilidad de nuestra vida y de nosotros mismos no es tarea fácil. Resulta más sencillo soltar los balones fuera, echar la culpa a los demás o a las circunstancias, en lugar de responsabilizarse uno.
Ahora que ya tenemos más claro qué es el autoconocimiento, cabe preguntarnos cómo se adquiere o, mejor dicho, cómo podemos potenciarlo, ya que se trata de una capacidad innata al ser humano desarrollada en mayor o menor medida. Desde el momento en que empezamos a preguntarnos internamente “quién soy”, ya estamos comenzando a sentar las primeras bases. El autoconocimiento es un camino que empieza por vislumbrar nuestra propia esencia y todo el potencial del que disponemos.
Una de las formas más eficientes para poder desarrollar nuestra capacidad de autoconocimiento, es a través de la meditación. Al meditar, lo que hacemos es ir despejando el camino, acallando la actividad mental y mirando hacia dentro, hacia nosotros mismos. Entrenamos lo que llamamos la “consciencia testigo” es a eso que no varía, independientemente de los pensamientos, emociones o sensaciones que estemos experimentando. Es eso que observa, sin juzgar.
“Yo no soy yo, soy este que va a mi lado sin yo verlo que, a veces, voy a ver y que, a veces, olvido. El que calla, sereno, cuando hablo. El que perdona, dulce, cuando odio. El que pasea, por donde no estoy. El que quedará en pie, cuando yo muera”.
Juan Ramón Jiménez
Cuando aprendemos a buscar dentro, encontramos todas las soluciones que necesitamos en cada momento.
Dentro de la inteligencia intrapersonal, además podemos diferenciar dos tipos de autoconocimiento: el autoconocimiento emocional y el autoconocimiento personal.
Qué es el autoconocimiento emocional
Este concepto lo relacionamos directamente con las emociones y los sentimientos, y, por supuesto, con nuestra capacidad para gestionarlos. Además de la meditación, también podemos encontrar diversas técnicas de Mindfulness que nos ayudan en este camino apasionante e inspirador. Herramientas como ir elaborando un “Diario de Emociones”, nos ayuda a tomar mayor consciencia de nuestras emociones, las sensaciones que nos generan y los posteriores pensamientos que desencadenan.
Qué es autoconocimiento personal
El transcurso de nuestra evolución no es estático, vamos encontrando continuos cambios en nuestra vida personal y profesional, porque la vida cambia. El autoconocimiento consiste en aprender a cambiar con ella.
Para fomentar el autoconocimiento, tanto a nivel personal como emocional, es necesario entrenar capacidades como la atención y la concentración.
- Consideramos la atención como la capacidad de fijación, voluntaria o no, del interés en un objeto, estímulo o sensación que percibimos porque nos motiva o nos interesa. Así, podemos definir la atención como la capacidad para eliminar las distracciones y enfocarnos en lo que nos resulta relevante. Por un lado, tenemos la cualidad de filtración de cualquier estímulo ambiental, dando prioridad consciente o inconsciente a aquel que nos interesa. En este sentido, apreciamos que la atención está íntimamente relacionada con la capacidad de concentración. Con herramientas como la meditación diaria y el Mindfulness podemos entrenar la atención y la concentración de manera muy efectiva.
- La concentración consiste en la habilidad para focalizar toda nuestra atención sobre un objeto o una actividad en concreto. El resto de estímulos pasan a un segundo plano cuando estamos realmente concentrados. De esta manera, la concentración es vital para otros procesos cognitivos como la capacidad de aprendizaje y el recuerdo, lo que se relaciona con la memoria. Al concentrarnos, mente y cuerpo comienzan a actuar juntos y optimizamos nuestra energía física y mental.
Para qué es importante el autoconocimiento
Aunque existen diversidad de razones, podemos destacar como las más relevantes, en tanto que afectan a nuestra percepción de vida, y a nuestro bienestar y felicidad, las siguientes:
- Mantener relaciones extraordinarias con los demás
- Potenciar la capacidad de liderazgo
- Alcanzar metas y objetivos
- Encontrar la auténtica libertad y paz