Mis conversaciones con mi vecino. Historias de vida

Cada día vivimos momentos agradables que solemos pasar por alto y, en cambio, nos hacemos hueco en aquellos desagradables. ¿Quieres equilibrar esta balanza?
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En mi lugar de vacaciones me encontré con un vecino al que hacía tiempo que no veía.

Me comentó que llevaba una etapa en la que «no salía de una cuando ya estaba en otra», motivo por el cual estaba agobiado y no veía el momento en que «le fuera bien la vida para poder ser feliz».

Al despedirnos me quedé pensando en la conversación mantenida. La verdad es que todos pasamos por historias complejas a lo largo de nuestra vida. Algunas veces son por motivos de salud, otras por desavenencias con algún familiar o amigo, algunas veces tienen que ver con temas de trabajo etc. Son circunstancias con las que tenemos que lidiar.

Al mismo tiempo, cada jornada pasamos por experiencias agradables a las que, sin embargo, no solemos dar importancia; ver un bebé feliz, la fragancia de una flor, una sonrisa de un desconocido, las gracias por hacer un favor, el sol que alegra una mañana invernal, una charla con un ser querido, un abrazo… pequeñas, grandes, cosas que nos ayudan a disfrutar del momento.

Cada día podemos rebuscar entre nuestras vivencias, agradeciendo esos instantes mágicos a los que no solemos prestar atención y relativizando aquellas experiencias incómodas que surgen en un instante pero que convertimos en recurrentes alargando su historia al mantenerlas en nuestra mente de forma constante.

Y tú ¿quieres equilibrar la balanza entre tus experiencias?

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