Para mí, hay dos momentos en el año que me hacen resetear. Uno es la vuelta del verano y otro al comienzo del año. En ambos momentos coincide con la vuelta de vacaciones.
Regresar de las vacaciones nunca fue tarea fácil. Empezar de nuevo con rutinas, horarios, quehaceres y obligaciones, cuesta. A mí lo que me ayudó fue que se colaron en mi equipaje nuevos propósitos que conllevaban un proceso de regeneración interna.
Nuestras células se regeneran en la piel aproximadamente cada mes, mes y medio, mientras que los cambios de hábito necesitan algo más de dos meses para consolidarse.
Aunque me lo propongo, no siempre lo consigo. A veces soy capaz de incorporar alguno que me favorece en la vida mientras que, en otras ocasiones, al poco tiempo de intentarlo, los ignoro o se quedan en el baúl de los recuerdos y de las ilusiones.
Como la vida empieza en cada instante, ahora he decidido volver a tomar las riendas para equilibrar y conseguir un mayor bienestar. Mi lista de prioridades está relacionada con una alimentación sana, bailar, cantar con la guitarra, pintar, escribir, estar con la gente que quiero, risas y cultivar alguna afición nueva.
Y tú ¿has pensado que quieres hacer a la vuelta para mejorar tu vida?