Ayer me llamó un amigo y me comentó que estaba triste y bajo de forma porque había discutido con su pareja. En principio. daba la sensación de que era por una tontería, sin embargo, había más de fondo y no sabía cómo acotarlo.
La verdad es que eran rencillas antiguas, aunque parecía que, cada vez que discutían sobre un asunto nuevo, salían a flote.
Cuando esto ocurría, mi amigo empezaba a tener pensamientos recurrentes sobre hechos acontecidos hace bastante tiempo y, sin embargo, él sufría como si estuvieran pasando en ese mismo momento. Al mismo tiempo, no quería remover el tema comentándolo con su pareja.
Yo le pregunté si creía que él podía hacer algo diferente a lo que había efectuado ya para solucionar ese tema. Su respuesta fue negativa. Había hecho todo lo que había estado en su mano, aunque no podía dejar de darles vueltas al tema.
Para mí, desde afuera, estaba claro.
Le dije «estás viviendo en el pasado, tienes que aceptarlo, soltarlo y pasar página, porque ese sentimiento te hace daño solamente a ti. Al pasado es imposible volver, aunque siempre puedes actuar en el presente para que tu futuro sea mejor. El pasado está caducado. Es un libro que ya has leído y del que has sacado las enseñanzas que conlleva. En cada momento presente puedes empezar un párrafo nuevo en el que, si no te gusta lo que hay escrito, tienes la posibilidad de pasar página y comenzar de nuevo.»
Se quedó pensativo y, dándome un beso, me aseguró que lo consultaría con la almohada.
Yo también reflexioné sobre el tema y me di cuenta de que aún hay varios temas que han perdido la vigencia y únicamente me causan malestar. Y decidí cerrar varias etapas, aún inconclusas, para seguir sin lastre este nuevo capítulo de mi vida.
Y tú… ¿tienes que pasar página en algún asunto?