Acaba de terminar el periodo de Navidad hace apenas dos semanas. Aún sigue mi salón engalanado con los diferentes adornos específicos de estas fiestas. Me disuado de quitarlos porque pienso que, de esa forma, durará más ese estado interior que me embarga en ese tiempo.
Sé que no siempre se celebra la Navidad de una forma convencional ni tiene que ver con una cena de una noche determinada o una comida otro de los días en el que repartimos unos presentes o regalos para disfrutarlos juntos por la ilusión de ver como alguien disfruta con algo que has pensado para él… No
La Navidad, da igual la fecha, se celebra cuando dos o más personas se juntan para disfrutar de un buen momento. La Navidad se disfruta con los abrazos, con los buenos deseos, con las ganas de estar juntos y de compartir, con el tiempo que dedicamos al otro…
La Navidad es mucho más que unas luces o que unas fechas concretas del calendario.
La Navidad es una actitud, es una forma de ver la vida. Para mí es Navidad siempre que estoy con mi familia, siempre que veo juntos a mis hijos, siempre que estoy con amigos del alma, siempre que puedo abrazar a alguien que quiero…
Eso es la Navidad. Y da igual en la fecha del año en la que esté, da igual que el otro no lo sienta así, da igual… Para mí eso es la Navidad, aunque estemos en julio.
Por eso, la magia de la Navidad puede darse en cualquier momento, en cualquier época del año…
Yo lo llamo Navidad.
Y tú ¿cómo lo llamas?
