Mis conversaciones contigo. Discusión o conversación 

Descubre la diferencia entre discutir y conversar, y cómo elegir el diálogo puede enriquecer tus relaciones al abrirte a nuevos puntos de vista.
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El otro día una amiga de la infancia me comentaba que estaba bastante disgustada pues había tenido un enfrentamiento estas navidades con su cuñado.

Me explicaba que él necesitaba siempre convencer con sus argumentos y ella no estaba por la labor. Que ella quería conversar, pero no le parecía razonable decir que sí únicamente para que no llegara la sangre al río, como decía mi madre.

Me hizo reflexionar sobre el tema.

Discutir implica querer tener razón. No escuchamos al otro porque deseamos que nuestras ideas prevalezcan y sean verdades absolutas.

Conversar implica que escuchamos al otro la exposición de sus ideas, estemos o no de acuerdo, y después el otro atiende las nuestras.  

En la conversación no es necesario persuadir, no es el objetivo, sino conocer puntos de vista diferentes, otras opiniones que nos enriquezcan y nos den otras visiones distintas del mundo.

En las discusiones pretendemos dejar patente que estamos en lo cierto y necesitamos que el otro considere que nuestro punto de vista sea el acertado, dando por buena nuestra propuesta y rechazando la suya.

Muchas veces, todos estamos en uno y otro lado, aunque sólo somos conscientes cuando es la otra parte la que quiere llevarse el gato al agua.

Y tú ¿te reconoces en ambas opciones?

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