Mis conversaciones contigo. El barco y el agua.

¿Tiendes a confiar más en lo que otros piensan de ti que lo que piensas tú? Esta semana, Paloma reflexiona sobre esto.
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“Un barco no se hunde por el agua que está a su alrededor sino por la ola que entra dentro de él”

Hace poco escuché esta frase de un gran amigo y maestro, mientras conversábamos sobre la influencia que algunas personas tienen sobre nosotros, cuando opinan sobre algo nuestro, algo que hemos dicho o realizado y muestran su desacuerdo.

Nuestra paz interior dependerá de la importancia que le demos, puesto que somos nosotros los que permitimos, o no, el otorgar a su criterio más fuerza que al nuestro, cuando alguien manifiesta algo que nos incomoda.

Muchas veces nos creemos como verdades absolutas lo que otro asevera sobre nosotros, prevaleciendo por encima de nuestra propia creencia.

También llegamos a sentirnos culpables y/o víctimas de algo que podemos evitar si confiamos más en nosotros mismos y en la vida, que en lo que opinen los demás de cómo debe de ser nuestra trayectoria.

Dejar de dar importancia a los juicios de los demás sobre nosotros nos aligerará la carga.

Tener presente que únicamente podemos intervenir si el asunto es nuestro simplificará nuestra tarea.

Es inviable que podamos solucionar algo que es de otro, ya que será una cuestión suya realizar algún cambio. Del mismo modo que, si es un tema de la vida, la única opción será aceptarlo.

Nuestro barco puede utilizar el agua exterior para avanzar y nuestra labor será estar presente para evitar que el líquido se introduzca y nos lleve a naufragar.

 Y tú, ¿confías más en ti o en lo que los otros piensan de ti?

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