El otro día recordé una frase que mencionó un maestro y amigo muy querido para mí, en nuestra última conversación.
Me dijo: “Paloma, póntelo fácil”
Al ver la expresión en mi cara, de no entender lo que me quería manifestar, continuó… “Ponértelo fácil es decirte sí a ti y sentirte en primer lugar, sin olvidar a los otros.
Es decirle no al otro cuando te quieran manipular o hacerte sentir culpable por elegirte.
Es vivir según tus propios valores e intereses, haciéndolo desde el amor, desde la amabilidad, desde la buena intención…
Es pasar página, porque el contenido está caducado un segundo después de ocurrir…
Al final es vivir la vida con honestidad y así sentirte en paz.”
Me quedé pensativa durante bastante tiempo… ¿De verdad podía yo ponerme la vida fácil y dejar el sufrimiento?
Y recordé un método muy sencillo y eficaz para saber si voy o no por el buen camino…
Poner las manos en mi corazón pensando en la situación elegida y la respuesta, para saber si lo que he hecho está bien o no, llegará de inmediato, al darme cuenta de si me siento o no tranquila con el tema en cuestión.
Si percibo paz, seguiré así… y si noto malestar, pondré remedio; en primer lugar aceptando esa situación sin juzgarla y, posteriormente, realizando alguna acción si lo considero oportuno para cambiar ese estado.
Ponértelo fácil es seguir tu intuición.
Y tú ¿quieres ponértelo fácil?