Esta mañana he recibido un mensaje por WhatsApp que me ha encantado. Decía así: “júzgame como quieras, total la opinión es tuya y la realidad mía”
Y me ha gustado porque, en general, no somos conscientes de esta obviedad.
Habitualmente juzgamos las cosas, tanto lo que nos pasa a nosotros como lo que les pasa a los demás, desde nuestras expectativas, desde nuestras vivencias, desde nuestras creencias y valores creyendo que tenemos la razón simplemente porque es nuestra opinión. Y no.
La opinión la forjamos desde nuestro interior. Cada uno podemos tener una verdad tan válida para nosotros como la que tengan los otros para ellos.
Realmente, juzgar algo solo implica un pensamiento acerca de un hecho que ha sucedido previamente o que ocurre en este momento, lo contrastamos con lo que creemos que está bien o mal y nos forjamos una idea.
Hasta aquí es perfecto, siempre que sepamos que es nuestra percepción, que puede estar compartida con otros que tengan la misma forma de pensar. Lo que es un error, es que creamos que es la verdadera realidad o la verdad absoluta.
Es un tema en el que cabe muchas opiniones como no puede ser de otra manera…
Y tú… ¿qué opinas sobre emitir juicios?